"El juego corporal" de Daniel Calmels
- Ana Mata
- Oct 9, 2018
- 7 min read

"El juego corporal" es el último libro de psicomotricista y psicólogo argentino Daniel Calmels. El trabajo desarrolla su concepto central, con un equilibro especial entre lógica y sensibilidad, para proponer el reconocimiento de lo que subyace a la mayorÃa de los juegos: la construcción de un relato.
Con ganas de contarles por dónde va el libro, diré que en él se hace un recorrido muy rico que arranca identificando las caracterÃsticas sustanciales del jugar, enfocándose más especÃficamente en el jugar con niños, para finalmente aterrizar en dos capÃtulos que describen, por un lado, al juego corporal como relato de presentación ficcional, y por otro, al juego corporal en la escuela. Por último, en un capÃtulo reflexivo y actual, el autor trata el tema de la agresividad en los niñxs desde una perspectiva lúdica.
A continuación detallo brevemente algunos de los conceptos que más me emocionaron para que los conozcan.
JUEGO CORPORAL
El juego corporal se define como: "tomar y poner el cuerpo como objeto y motor del jugar" (2018, 58). Decir juegos corporales, y no juegos con el cuerpo, por ejemplo, intenta dar cuenta de lo que se pone en juego: la corporeidad con sus impulsos creadores, motores y sensoriales.
Entonces, algo que comparten las múltiples formas de estos juegos corporales, desde los más simples hasta los mas complejos, es que en ellas la presencia del cuerpo (gesto, mirada, contacto, actitud postural, voz, rostro) está implicada total y activamente.
Es la ludicidad lo que le da una cualidad diferente a la actividad motriz; el juego le ofrece a la subjetividad una entrada al cuerpo y a la experiencia del movimiento. Para Calmels, existe una diferencia visible entre una acción que se lleva a cabo a partir de una orden y otra que se lleva a cabo a partir de una invitación a jugar. Cuando se juega "encontraremos visible una respuesta vital, de alegrÃa y cuidado, que se puede analizar desde la dimensión emocional-afectiva, claramente perceptible en las modificaciones tónicas como producto de las emociones que conmueven al cuerpo" (2018, 59).
Si intentáramos encontrar una diferencia entre el concepto de juego corporal y otros conceptos de juego vinculado al cuerpo, es que el propuesto por Calmels es un juego que aparece en la medida en que podemos (esto de poder se explica más abajo) ponerle el cuerpo. Este prestarle el cuerpo, que no es lo mismo que prestarle el organismo, hace que se integren tres dimensiones: la motriz-instrumental, la práxico-cognitiva y la emocional-afectiva.
Por lo tanto, los juegos corporales que nos interesan, no son ni juegos motores, ni juegos funcionales, ni juegos de ejercicios, ni juegos dramáticos porque "...en estas denominaciones no se jerarquizan las manifestaciones especÃficas de cuerpo implicadas en la trama lúdica ni en los aspectos relacionarles del juego compartido" (2018, 60).
FUNCIONES CORPORIZANTE Y LÚDICA En el juego corporal coinciden dos funciones: la corporizante y la lúdica. Estas dos funciones nos dan una pista sobre el cuándo y el con quién suele inaugurarse este tipo de juego. El concepto de juego corporal es, para Calmels, una continuación de los juegos de crianza que se dan en las primeras etapas de la vida; usualmente, en el contacto del infante con los/as adultos/as que le cuidan.
"En la vida cotidiana, diversas acciones matizadas por contenidos lúdicos se organizar alrededor de los cuidados básicos que implica la crianza (sostén, aseo, sueño, alimentación, traslados, etc.). Estas acciones lúdicas o prelúdicas las he denominado juegos de crianza; están conformadas básicamente por los juegos de sostén ocultamiento y persecución (más uno de ellos, la confrontación). En ellos los temores y los impulsos agresivos son dramatizados, ordenados, desplegados, como contenidos dinamizadores de la trama vincular" (2018, 13).
Mencioné anteriormente que el juego corporal se da en la medida en que "podemos" ponerle el cuerpo al juego. Esto se debe, en cierta medida, a nuestra propia experiencia primaria, con los juegos de crianza mediante los cuales nuestros/as adultos/as nos introdujeron al mundo posible del juego.
La importancia de la presencia del adulto/a que puede entablar una relación lúdica es vital. En este primer momento prelúdico de juegos de crianza, se empiezan a articular lo individual con lo social y se empieza a formar una matriz lúdica colectiva (2018, 14-5) que depende de la época y el lugar donde ese niño/a habita. La matriz lúdica colectiva está armada de mitos, escenas, personajes y relatos que sirven de modelo para la elaboración de situaciones desafiantes.
Si entramos más en detalle sobre cada una de estas funciones las definirÃamos asÃ. La corporizante tendrÃa que ver con la posibilidad que tiene el infante de irse armando, de ir conociendo su propio cuerpo a través del cuerpo de sus cuidadores. Esto se da a través del contacto directo; cuerpo-a-cuerpo. "Los adultos codifican al niño con contactos, miradas, vocalizaciones, actitudes posturales, gestos expresivos, con los ritmos, con las pausas, con los intervalos que tienen las secuencias temporales del jugar; asà como el niño, desde muy temprano, interviene en el campo emocional del adulto, con invitaciones y propuestas de carácter lúdico-corporal" (2018, 17).
Ahora bien, para empezar a introducir la función lúdica, se puede comenzar observando los relatos. En los primeros contactos del adulto/a con el niño/a, los relatos del adulto/a suelen dar cuenta de lo orgánico. Ayudan a identificar y transitar diferentes estados de tensión y distensión: "hambre/saciedad, cansancio/sueño, llanto/placidez" (2018, 19). Si por alguna razón, el adulto/a se dedica solamente a brindar los cuidados necesarios para la vida orgánica, la construcción del cuerpo* se altera "y no hay posibilidad de que se construya corporeidad y se instale un relato lúdico-corporal... la ausencia reiterada del cuerpo de la expresión y la comunicación no favorece la función corporizante y lúdica que deben cumplir los adultos significativos" (2018, 18).
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*La diferencia entre organismo y cuerpo también es abordada brevemente por Calmels en este texto. Por el momento, sólo apuntaremos que el organismo se remite a lo orgánico y el cuerpo se remite a la construcción subjetiva y cultural que se hace con base en el organismo.
Un ejemplo que me encantó es el de la diferencia entre el gusto y el sabor. Cuando el cuidador/a alimenta al niño/a, la recepción o el rechazo de la comida depende, desde un punto de vista biológico, del reflejo gusto-facial. Sin embargo, su tarea de alimentación también va a consistir en "propiciar e nacimiento del sabor, que, a diferencia del gusto, es producto de la cultura" (2018,19).
Éste, y una infinidad de detalles, van armando el cuerpo parte por parte y dan lugar a un cuerpo expresivo y comunicativo que sustenta la vida emocional del niño/a.
JUGAR LA AGRESIVIDAD Cuando se introduce el tema en el libro, Calmels habla de la agresividad como un tema destacado ya que:
"las condiciones actuales en las cuales vive el niño de ciudad, principalmente los varones, cuentan con un incentivo... de los relatos de persecución y confrontación que se desarrollan en los programas de pantalla, siendo el niño su operador digital y su espectador. Pero a la vez no dispone de espacio y tiempo legalizado para la experiencia lúdica corporal, en la cual podrÃa poner en juego, como verdadero hacedor y partÃcipe, lo que en la pantalla es virtual."
Me pareció muy relevante que se haga una distinción entre agresividad y agresión para entrar en el tema. La agresividad forma parte de un impulso de "conocer, de poseer el objeto de conocimiento, de dominarlo" (2018, 131). La agresión, por otra parte, "dificulta la posibilidad de penar y aprender" (2018, 131).
Calmels habla de "jugar la agresividad" y de "actuar la agresión". La diferencia entre agresividad y agresión se plantea para aprender a diferenciar estas dos acciones durante el juego. La agresividad se debe facilitar ya que su expresión en un espacio cuidadoso, seguro y de aprendizaje, es fundamental para su elaboración. Entendiendo la agresividad como un impulso que se presenta a lo largo de la vida y que es adecuado poder expresar y atravesar.
La agresión, por otro lado, tiene más que ver con la imposibilidad de simbolizar la agresividad y, por lo tanto, llevar al acto esa agresividad, tornándola en agresión. Lo que se puede inferir de esta falta de simbolización, es que existe una frustración del deseo primario de expresarla, y que esto se debe, muy probablemente, a que no se ha ofrecido un espacio para que el niño/a donde eso esté permitido.
"Que los sentimientos agresivos sean canalizados y elaborados en el jugar implica no sólo la existencia de un malestar sino también el reconocimiento por parte del niño de la existencia de un fenómeno legalizado y autorizado por el adulto para que allà se expongan sus emociones más rechazadas socialmente" (2018, 140).
La idea es que, como profesionales o como personas que juegan con niños/as, nos introduzcamos "en la dinámica agresiva y la transform(emos) en una producción socializada en la que el niño es plenamente reconocido y valorado. El (adulto/a) espacializa la violencia e introduce la ley en ese espacio como un elemento transformador de la pulsionalidad. Instaura el clima del juego y de las comunicaciones" (2018,132)
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Como apunte final quisiera decir que en verdad no dudo que este texto sea capaz de enriquecer la práctica de todo/a profesional de la salud y del movimiento. ¡Y no sólo! También encuentro que el texto puede ser muy útil para cualquier persona que se relacione con niños y niñas, más allá del rol que juega la persona adulta en esa relación; sean cuidadores/as, maestros/as o doctores/as. Incluso diré que es útil más allá de que su trabajo esté enfocado, o no, en lo corporal. Justamente, me parece que el libro es un gran acierto ya que presenta la perspectiva psicomotriz, afÃn en muchos sentidos a la perspectiva psicocorporal (de la Danza Movimiento Terapia), a personas que no necesariamente están familiarizados con estos temas.
"Los efectos estimulantes de la intervención lúdico-corporal de profesionales (siempre cuando sea adecuada) nos confirman que el juego corporal puede ser de utilidad en la tarea educativa y terapéutica..." (2018, 17)Jugar con niños/as nos invita a entrar en contacto con nuestras propias herramientas y experiencias lúdicas, lo que es beneficial tanto para los niños/as como para los adultos/as.
¿Quieren saber más? ¡Busquen el texto! ¡Conversemos!
// CALMELS, DANIEL (2018), EL JUEGO CORPORAL, PAIDÓS, BUENOS AIRES //
NOTA GENERAL_ La idea de esta biblioteca personal es poder ir recopilando conceptos vivos de los libros con los que me voy encontrando. ¿Qué quiero decir con conceptos vivos? Ideas que me hayan parecido interesantes, relevantes, ricas, que me hayan emocionado, que tengan sentido para mÃ, que me hayan quedado presentes en el cuerpo; es decir, no son contenidos sólo desde lo teórico, sino desde lo afectivo en el sentido más amplio de la palabra.